martes, 16 de mayo de 2017

Inmersos en una caída en espiral desde 15,000 metros de altura a una velocidad vertiginosa, se fueron convirtiendo en polvo de estrellas, en estrellas fugaces imaginarias, dejando una estela casi invisible, desapareciendo en la nada, en el silencio de la oscuridad absoluta, en el eco de un recuerdo casi borrado por la imprudencia magistral del tiempo.

Cuando te fuiste tu silencio fue eternidad, olvidaste quien era y borraste todas las memorias de tu mente, en aquel tiempo el espacio entre nosotros no existia, ahora pareciera que no hay nadie en esta habitación.
Cuando vendiste nuestra ultima esperanza, vi como sonreías, esa mueca de desprecio, esas ganas de olvido que querías devorar.
La elección no fue mía, no quería separarme de este silencio pacífico en mi corazón, pero ahora estoy buscando de nuevo una salida y no se cuanto mas esperar.